Una cadena de mujeres en los libros

En la conmemoración del día de la mujer queremos contarles cómo en Marquillas, una litografía antioqueña, las mujeres están detrás de todos los libros.

Marquillas S.A. es una litografía antioqueña que tiene su sede principal en Sabaneta. Lleva más de 20 años en la industria gráfica y los insumos para confección. Dentro de sus servicios se encuentra la materialización e impresión editorial. Lo más característico y especial de esta empresa es que, de los 106 empleados de la planta principal, 64 son mujeres. Están distribuidas en toda la cadena de producción, desde los oficios manuales y físicos hasta las jefaturas de procesos y departamentos. Y no es una mera cuestión de cuotas: aunque consideran que es importante abrir más espacios para las mujeres, son ellas las que han demostrado, por sus habilidades y sensibilidad, ser las indicadas para el delicado trabajo que desempeñan.

Ana María Zuleta es la asesora comercial y de servicio al cliente de Marquillas. Su función es recibir los pedidos de producción de las empresas o editoriales. De allí los pasa a las áreas de cotización y preprensa. Al ser autorizada la producción, Laura Guerrero, jefe de preprensa, le informa a su equipo cuáles son las especificaciones del proyecto. Se hace una prueba de color y se imprime el machote, un libro completo que sirve como muestra del impreso final. Este debe ser aprobado por la editorial, luego Laura convoca un comité de producción con todo el personal de planta involucrado en el proceso de materialización, donde están Ángela Muñoz, encargada del laminado y Sandra Parra, una de las coordinadoras de la planta, jefa de encuadernación al caballete y responsable del control de calidad.

En el acabado, es decir, la última etapa del proceso del libro, están María Gutiérrez y María Victoria Garcés. Su trabajo es de precisa observación. Todo debe quedar perfecto: la carátula debe coincidir con el diseño original, las guardas —hojas de papel que protegen y unen el interior del libro con su carátula— deben estar bien pegadas, no puede haber suciedad ni en las tapas ni en las páginas interiores. 

Como vemos, en la elaboración de un libro hay más que un escritor, un editor y un diseñador. Existe una cadena de personas que lo confeccionan y lo convierten en objeto. En Marquillas, la gran mayoría son mujeres, dato curioso y admirable en una industria que históricamente ha estado controlada por hombres. 

 

Ana María Zuleta
Asesora comercial

Laura Guerrero
Jefe de preprensa

 

Ángela Muñoz
Laminado

 

Sandra Parra
Encuadernación al caballete

María Guitérrez
Acabados

 

María Victoria Garcés
Acabados

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