La cocina de las brujas
Entre plantas, pócimas y hechizos literarios
Cuentan las leyendas que desde tiempos inmemoriales el mundo ha sido testigo de la presencia de mujeres con habilidades especiales capaces de conjurar los poderes de la naturaleza para proteger o provocar desgracias. Las hemos conocido a través de los arquetipos de magas, hechiceras o brujas. Conocedoras de plantas, pociones y sortilegios, heredaron su poder a través de la memoria de otras mujeres: abuelas, madres, hijas, maestras. Cultivaron sus saberes como curanderas, parteras, herbolarias, alquimistas y anatomistas. Fueron mujeres de ciencia.
La leyenda trascendió hasta permitirles a estos personajes poblar el vasto y mágico territorio de la literatura infantil. Hijas de la tradición oral llegaron a los cuentos primero como antagonistas ataviadas de oscuridad, con escobas mágicas, feos rostros, costumbres antropofágicas y mucha crueldad.
Miles de páginas después, salieron del bosque para vestirse de cotidianidad. Ahora amables y solidarias, desde sus cocinas, que son como laboratorios, preparan en sus calderos bebedizos y ungüentos, conjuros y encantamientos, para ayudarnos a sanar dolores del cuerpo y del corazón. Desentrañando los secretos de la medicina natural nos recuerdan que su vínculo con la tierra también es el nuestro. Así como la habilidad de curarnos con las plantas y las palabras.
¡Bienvenidos a esta cocina donde se cuecen hierbas e historias!