Concepto editorial sobre la convocatoria anual 2021

Cada año recibimos proyectos de autores interesados en la evaluación de nuestro comité editorial. Se trata de la convocatoria anual de manuscritos, habilitada del 1 al 15 de noviembre. No es un concurso, es un protocolo mediante el cual organizamos la recepción de proyectos que antes llegaban de manera desordenada durante todo el año. Lo hacemos con el propósito de encontrar libros para alimentar nuestro catálogo y descubrir nuevos autores e ilustradores: vamos en busca de propuestas originales, de gran calidad literaria y estética, pertinentes según nuestro criterio y que además estén terminadas. Nunca son manuscritos listos para publicar, siempre hace falta la mirada del editor; sin embargo, en la elección cumple un papel fundamental que sean propuestas tan buenas y bien trabajadas que nos den espacio para imaginar un libro. Con base en estos criterios, este año decidimos no escoger ninguna de las obras recibidas, así que quisimos convertir esta socialización en una manera de compartir las conclusiones a las que llegamos mientras evaluábamos las propuestas. 

En cuanto a narrativa, las obras presentadas abordan temáticas y géneros diversos. Hay una abundancia de sagas de fantasía que escapa del interés temático de la editorial, aunque también se suma el hecho de que no se encontró entre este grupo de obras ninguna que ofreciera un punto de vista novedoso. Entre los manuscritos de novelas y cuentos hay propuestas que asumen riesgos temáticos o ensayan tonos transgresores, pero en general la mayoría no está resuelta en su composición. El propósito de la convocatoria es encontrar obras que puedan mejorarse con un proceso de edición paciente y riguroso, pero que se encuentren en un nivel de desarrollo alto, como mencionamos antes. Por su parte, los ensayos recibidos proponen todavía un tono muy académico que no conversa con nuestro criterio estético y literario. 

En poesía nos sorprende la cantidad de obras y nos alegra saber que hay tantos autores apostando por este género. Observamos que todavía son manuscritos en proceso de maduración, voces que están buscando un camino. De un lado, hay un apego por las grandes palabras y la solemnidad que no les permite a muchos poetas librarse del lugar común. Otras obras apuntan al extremo contrario desde una construcción más informal del verso, pero terminan cayendo en un coloquialismo narrativo que no le suma sentido ni fuerza a los poemas. 

También nos llamó la atención la llegada de propuestas experimentales como diccionarios, bestiarios y obras híbridas, que seguramente con más trabajo por parte de sus autores terminarán consolidándose como proyectos más robustos.

Finalmente, en literatura infantil, recibimos obras interesantes desde el punto de vista visual. Ilustraciones con buen manejo de las técnicas gráficas, pero no tan fuertes en el aspecto narrativo: flaquean en la propuesta de tramas, en los personajes o en la construcción de mundos. Y eso, en el territorio de los libros álbum, es definitivo. 

Queremos compartir estas observaciones que, aunque generales, dan cuenta de un proceso de lectura que se vale de varios filtros para seleccionar entre cientos de archivos enviados por autores de todo el mundo. Es una labor que toma varios meses y siempre es grata, aunque ahora decidamos no seleccionar ninguna obra para su publicación. Agradecemos profundamente que nos confíen sus manuscritos y quieran hacer parte de nuestro fondo editorial. La convocatoria volverá a abrirse en noviembre de este año y esperamos recibir nuevas propuestas. 

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